El pasado viernes viajé hasta Alpartir para presentar y comentar Tierra de nadie con los lectores de la localidad en su preciosa y coqueta biblioteca municipal. Dimos, además, el pistoletazo de salida a las Segundas Jornadas Pedagógicas, para las cuales había sido elegido mi libro como lectura de las mismas. Pues bien, me trataron de lujo. Hablamos de poesía, pero, y como ya es habitual con el libro, ahondamos en cuestiones filosóficas tan vinculantes con la temática de las Jornadas como el sentido de la educación, el poder (o el no poder) transformador de la belleza y el arte, o también sobre la dicotomía «eros-filia». A las dedicatorias y las exquisitas atenciones que recibí por parte de José Antonio, profesor y director del CEIP Ramón y Cajal, de Félix, bibliotecario del municipio, y al Ayuntamiento de Alpartir, se sumó el obsequio de algunos productos de la localidad. Regresé a casa feliz y enamorado de una tierra que no me es desconocida: el eco de mis antepasados todavía resuena en la Sierra de Algairén.
Gracias de todo corazón a los lectores, por arroparnos a mí y al libro, y a José Antonio, Félix y Elena por hacer posible el encuentro con tanto mimo, generosidad y sensibilidad. Espero regresar pronto.




