La tarde del pasado 23 de junio fue tan emotiva como especial. Más de sesenta artistas nos reunimos en el museo Pablo Gargallo de Zaragoza para rendir homenaje, desde el cariño y el recuerdo, al gran poeta, escultor, jurista, primer Justicia de Aragón y nubepensador Emilio Gastón. Gracias de corazón a Mari Carmen Gascon y a todos aquellos que han trabajado en organizar este acto tan hermoso. Las palabras de Emilio, forjadas en voz y verso, volaron raudas para habitar y alimentar el espíritu de quienes estuvimos allí. Y sus libros encontraron manos amigas que los mantendrán vivos.
Os dejo algunas instantáneas del acto. También comparto con vosotros la maravillosa visita virtual de la exposición Libros con versos, en la que numerosos libros del legado del gran Emilio Gastón fueron transformados en obras de arte. La visita virtual es obra de Antonio Mayo (más sobre el trabajo de Antonio Mayo, clicando aquí). Podéis realizarla clicando en el siguiente enlace:
Cartel de la exposición y el acto en recuerdo y homenaje de Emilio Gastón «Libros con versos», que tuvo lugar en el museo Pablo Gargallo de Zaragoza el pasado 23 de junio.
Un momento emotivo. En el recuerdo de Emilio leí su poema «Exilio voluntario», de su libro «Pronunciamiento».
Con mis admirados Javier Arnas, Ana Alcolea y Mar Blanco, adoptando cada uno de nosotros un libro de la biblioteca del nubepensador Emilio Gastón.
Con mi admirada Ana Alcolea (portando ambos el distintivo de nubepensador) en el museo Pablo Gargallo.
En las puertas del museo Pablo Gargallo se encontraba un pedacito de la acogedora biblioteca de Emilio Gastón.
Dos de las obras que numerosos artistas plásticos y visuales realizaron transformando algunos de los libros de la biblioteca de Emilio Gastón.
Una de las obras que numerosos artistas plásticos y visuales realizaron transformando algunos de los libros de la biblioteca de Emilio Gastón.
Con Ana Alcolea y Mar Blanco.
El museo acompañó con su belleza el hermoso homenaje. Una muestra del artesonado tardorrenacentista del Palacio de los Condes de Argillo, donde está situado actualmente.
Modernidad y tardorenacimiento unidos. Crisálida de caleidoscópicos ventanales custodiando el tesoro mayor: los aleros y los pasajes que convierten al museo Pablo Gargallo en uno de los más hermosos de Zaragoza.