El camino del conocimiento, y en particular el de la ciencia, es sinuoso, indómito. Alcanzar los planteamientos en que se fundamenta nuestra actual visión del mundo no es consecuencia de la aleatoriedad, sino de un proceso de cautelosa indagación. Como en una carrera de relevo, el trabajo de genios, grupos de investigadores y mujeres y hombres brillantes es tomado como testigo por las siguientes generaciones que habrán de continuar el camino del saber.
Hoy escribo en Revista Hypérbole acerca de Dioscórides, médico y botánico del siglo I, padre de la farmacopea, a través de la publicación en castellano de El libro de los venenos. Edita Mármara Ediciones.
Pueden leer la reseña haciendo click en el siguiente enlace:
Los sorprendentes remedios de Dioscórides – Revista Hypérbole
