Ante la inseguridad jurídica que produce el recién aprobado texto de la reforma de la Ley de Propiedad Intelectual, en el que de refutarse definitivamente en el Senado (como parece que así va a ser) al menos dos sociedades privadas de gestión de derechos de autor van a cobrar una tasa por enlace a páginas web alojadas en España (en principio a todas, no sólo a las que son miembros de este tipo de sociedades), y que ante el impago del canon pueden aplicarse multas cuantiosas (de entre 30.000 y 300.000 euros), he tomado la decisión preventiva de desactivar los enlaces presentes en todos los artículos y páginas de este blog, enlacen a quienes enlacen.
Por otra parte, como autor y poseedor legítimo de mis derechos de propiedad intelectual y mercantil sobre mi obra (que implica todo el contenido escrito de este blog), afirmo que el contenido de esta web es de libre lectura y de libre copia de sus textos siempre y cuando se garantice la mención de su autoría, o sea, que lleve mi firma, y los fines para los que sean usados mis textos no sean mercantiles ni impliquen ningún beneficio económico ajeno a mi persona, como yo mismo niego apropiarme a través de mi trabajo difundido en este blog al no cobrar ingreso alguno por ello, ni tampoco sean usados para fines delictivos, de cuya acción, en este supuesto, no me hago responsable ni como autor ni como cómplice.
Este blog seguirá siendo en la medida de lo posible un punto de encuentro y de tertulia filosóficas, de libre acceso, donde impere por encima de cualquier otra disposición o circunstancia la libertad suprema del diálogo cultural y el respeto mutuo de quienes intervengamos en él.