Baltasar Melchor Gaspar María de Jovellanos, el que fue uno de los ilustrados más destacados de España, nos recuerda con su ejemplo que el legado intelectual es un tesoro atemporal: nuestros derechos, saberes y libertades están sostenidos no tanto por el trabajo de muchos sino por el genio de unos pocos hombres y mujeres extraordinarios que mantuvieron firme el pulso contra los prejuicios de su época.
Escribo en Ethic sobre Jovellanos, su universal herencia y las prósperas ideas que construyen la España actual.
Pueden leer el artículo en el siguiente enlace:
Jovellanos: vida de un ilustrado inmortal – Ethic
